La Bestia de Gévaudan y las hermanas Valet.
En el corazón de la región francesa de Gévaudan, durante la segunda mitad del siglo XVIII, se desarrolló uno de los episodios más enigmáticos y aterradores de la historia local: la aparición y las mortíferas acciones de una criatura conocida como La Bestia de Gévaudan. Esta entidad, descrita en relatos contemporáneos como un canino de proporciones extraordinarias, sembró el terror entre la población rural durante varios años, dejando un rastro de víctimas y generando una histeria colectiva que capturó la atención del reino.
Una de las historias más destacadas y heroicas en este contexto es la del enfrentamiento ocurrido el 11 de agosto de 1765 entre La Bestia y dos jóvenes hermanas, Marie-Jeanne y su hermana Valet. Según los registros, Marie-Jeanne logró defenderse y proteger a su hermana con una lanza, apuñalando a la bestia en el pecho en un acto de coraje que fue tanto inesperado como decisivo para su supervivencia. Aunque el arma no fue suficiente para acabar con la criatura, provocó una herida profunda que la bestia intentó calmar posando una de sus patas sobre la herida antes de retirarse, rodando hacia un río cercano para desaparecer de la vista.
La importancia de este suceso quedó reflejada en el juicio que tuvo lugar posteriormente, donde la lanza fue examinada para determinar la magnitud del daño infligido. Se constató que el arma había penetrado al menos siete centímetros en el pecho de la bestia, evidenciando la gravedad de la herida. Además, el testimonio de la hermana de Marie-Jeanne brindó una descripción detallada del animal: un ser del tamaño de un gran perro de granja, con una cabeza ancha y plana, mandíbulas negras y dientes prominentes, garganta blanca, cuello gris, y una estructura corporal más robusta en la parte frontal que en la trasera.
La naturaleza exacta de La Bestia de Gévaudan sigue siendo objeto de debate entre historiadores y científicos. La ausencia de restos físicos y las múltiples descripciones contradictorias han alimentado teorías que van desde un lobo descomunal o un híbrido, hasta explicaciones más fantásticas. Sin embargo, todos coinciden en que la criatura tenía una morfología similar a la de un canino, con una capacidad física destacable para desplazarse rápidamente y atacar con ferocidad.
La estatua de bronce erigida en 1995 en Auvers, en el Alto Loira, obra del escultor francés Philippe Kaeppelin, inmortaliza esta legendaria batalla entre Marie-Jeanne Valet y La Bestia. Este monumento no solo conmemora la valentía de una joven que desafió el miedo y la muerte, sino que también recuerda un capítulo fascinante de la historia francesa donde lo real y lo legendario se entrelazan para dar forma a un misterio que sigue cautivando la imaginación hasta hoy.
Enlace:
MARIE-JEANNE VALET Y SU VALIENTE ENFRENTAMIENTO CONTRA LA BESTIA DE GÉVAUDAN
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