Conoce a una Chiquita cubana que alcanzó la gloria en un mundo de gigantes.
Alize Espiridiona Cenda del Castillo, conocida artísticamente como "La Gran Chiquita", comenzó su trayectoria enamorada del ballet clásico desde su infancia. Con el apoyo incondicional de su familia y una formación básica en danza, se dedicó a estudiar ballet, presentándose inicialmente con zapatillas de puntas, aunque su técnica necesitaba refinamiento.
A pesar de los contratiempos en su carrera temprana, incluyendo el rechazo de las compañías de ballet, Espiridiona se reinventó como una vedette destacada, incorporando el canto a sus actuaciones sin abandonar su pasión por el baile en puntas.
Nacida en una familia acomodada de Matanzas, Cuba, el 15 de diciembre de 1869, "La Gran Chiquita" medía solo 26 pulgadas y pesaba 18.5 libras. A pesar de su estatura única, rechazó las ofertas repetidas de convertirse en una atracción de circo, manteniendo firme su dignidad artística.
Su determinación llevó a que en 1896, el empresario Alexander Turney Stewart la contratara para actuar en Nueva York y posteriormente en Europa, donde se convirtió en una reconocida bailarina y cantante de teatro de variedades. Incluso Anna Pavlova, la famosa bailarina, la felicitó en París.
Espiridiona alcanzó tal popularidad en los Estados Unidos que en 1901, se convirtió en la primera latina en ser invitada a la Casa Blanca por el presidente William McKinley.
A lo largo de su vida, "La Gran Chiquita" se casó y participó activamente en la lucha por la independencia de Cuba, una faceta de su vida que inspiró al escritor cubano Antonio Orlando Rodríguez a novelar su historia, ganando el prestigioso premio literario "Alfaguara" en 2008.
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Stalin Marrero
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