El truco fallido del gran Houdini.
Harry Houdini, el más célebre escapista e ilusionista de todo los tiempos, fallece en Detroit la noche de Halloween. Uno de sus objetivos vitales era desenmascarar a los espiritistas que dijeran haber contactado con él falsamente tras su muerte “Mi cerebro es la llave que me hace libre”, era la frase favorita de Harry Houdini, mago revolucionario. Nacido en Budapest en 1874 como Erik Weisz, era hijo de un rabino judío que emigró a EE.UU. cuando él solo tenía cuatro años. Allí un día quedó seducido por la actuación de un mago ambulante que le inspiraría. Su nombre artístico homenajeaba a Houdin, precursor de la magia moderna. Construyó su fama escapando del interior de baúles, bidones de agua, leche o cerveza, así como de cadenas, grilletes o esposas. HOUDINI, EL 'CAZAESPIRITISTAS' El ilusionista más famoso de la historia, trastornado por la muerte de de su madre, acudió en busca de consuelo, convencido de poder contactar con ella, a numerosos espiritistas, si