“La mujer perfecta del futuro”.
Hildegart Rodríguez Carballeira
Hildegart Rodríguez Carballeira (Madrid, 9 de diciembre de 1914-Madrid, 9 de junio de 1933) fue una niña prodigio concebida por su madre, Aurora Rodríguez Carballeira, como «modelo de mujer del futuro». Destacó por su precoz inteligencia, méritos académicos y afán científico y divulgador. Militó tempranamente en el PSOE y después en el Partido Republicano Democrático Federal. Fue miembro activo de la Liga Mundial para la Reforma Sexual (1928) y la Liga Española para la Reforma Sexual sobre bases científicas (1932). [1][2] Escribió 16 libros y más de 150 artículos.
Leía desde los dos años, escribía desde los tres, y a la edad de dieciocho portaba a sus espaldas un extraordinario número de méritos. Licenciada en Derecho con una puntuación de sobresaliente, se había convertido en la abogada más joven de España y estudiaba dos nuevas carreras: Filosofía y Letras, y Medicina. Fruto del desencanto con la política socialista en el primer bienio de la Segunda República, abandonó el PSOE, de cuyas juventudes había sido vicepresidenta, para integrarse en el republicanismo. Con el tiempo se había convertido en una crítica del marxismo, acercándose a planteamientos más anarquistas. Con quince libros publicados, sus trabajos sobre sexología y otras materias eran conocidos y valorados por personalidades como Magnus Hirschfeld, Havelock Ellis, H. G. Wells, Gregorio Marañón, José Ortega y Gasset o Juan Negrín. También escribía desde los catorce en multitud de periódicos y revistas como El Socialista, La Tierra, Estudios, Sexualidad, Orto, Renovación, La Libertad, Gaceta Médica y Heraldo de Madrid.[3]
Esta prometedora trayectoria se vio frustrada el 9 de junio de 1933, cuando su madre la asesinó,[4] temerosa de que el deterioro de la relación entre ambas desviase a Hildegart del recto camino para el que había sido concebida. Aurora disparó a su hija tres veces en la cabeza y una en el corazón mientras dormía en su cama.[5]
Biografía
Infancia
Hildegart fue concebida en la localidad gallega de Ferrol (La Coruña) por Aurora Rodríguez Carballeira y un progenitor biológico escogido por ella solo para ese fin, que resultó ser un sacerdote castrense leridano llamado Alberto Pallás Montseny.[6] Una vez que quedó embarazada se mudó a Madrid, donde nació Hildegart un 9 de diciembre de 1914 en el número 3 de la calle de Juanelo. Entre el conjunto peculiar de ideas de su madre se encontraba la convicción de que los niños no debían ser inscritos en el registro, aunque finalmente sí lo hizo (en fecha tan avanzada como el 29 de abril de 1915, previo bautizo el 23 de marzo, pese a ser su madre atea militante).
En su partida de nacimiento consta como «Hildegart Leocadia Georgina Hermenegilda María del Pilar Rodríguez Carballeira», si bien solamente usó el primer nombre. Su madre siempre dijo que Hildegart, nombre conocido también por la santa Hildegarda de Bingen, significaba «Jardín de Sabiduría» en alemán, pero nada justifica esa afirmación (si bien podría significar «virgen heroica que ayuda en la batalla», pero con una grafía incorrecta).[7] Hasta los cuatro años fue visitada por su padre sacerdote, hasta que Aurora comenzó a sospechar de su influencia y se lo prohibió.
Activista
Desde muy joven Hildegart comenzó a trabajar activamente en el PSOE y en la UGT, teniendo un amplio apoyo entre las bases, aunque la cúpula la miraba con recelo e intentaba minimizar su presencia pública. La publicación en 1932 de una carta en el periódico La Libertad, en la que criticaba duramente una posible alianza del PSOE con un candidato reaccionario, provocó su expulsión. Tras esto se convirtió en miembro del Partido Republicano Federal y una ferviente crítica de los «socialenchufistas».
Fue socia del Lyceum Club Femenino, según el censo realizado por la periodista Concha Fagoaga.[8] También fue socia del Ateneo de Madrid.[9][10]
La revolución sexual
Hildegart fue una de las personas más activas de su tiempo en el movimiento por la reforma sexual en España, y estuvo conectada con la vanguardia europea en ese tema, teniendo correspondencia con Havelock Ellis, Magnus Hirschfeld, Norman Haire y Jonathan Leunbach, entre otros. Al fundarse la Liga Española para la Reforma Sexual, presidida por Gregorio Marañón, fue escogida secretaria. Publicó dieciséis monografías, entre ellas Profilaxis anticoncepcional, que vendió 8000 ejemplares, solo en Madrid, en la primera semana tras su publicación. Mantuvo una extensa correspondencia con personalidades europeas de la época, entre ellas con H. G. Wells, a quien acompañó extensamente cuando visitó Madrid y cuya pretensión de llevarla a Londres como secretaria, además de con la intención de que se separase de su madre y desarrollase su potencial, dio lugar a las paranoicas conspiraciones que Aurora veía a su alrededor.[2]
El final

Aunque en su tiempo aparecieron diferentes teorías, entre ellas una supuesta relación sentimental con un joven escritor socialista llamado Abel Velilla,[6] lo que parece más probable y coincide con el relato de su madre es que el deterioro de la relación entre ambas era profundo, principalmente por el progreso de la paranoia de su madre, que se quejó de que la había traído al mundo para ocuparse de la condición de la mujer, «y no de asuntos de socialeros y comuneros». Hildegart intentó varias veces separarse de ella, a lo que su madre respondía con amenazas de suicidio. El 9 de junio de 1933 por la noche, cuando Hildegart dormía en su cama, su madre le disparó tres tiros en la cabeza y uno en el corazón, matándola en el acto. Cuando Aurora vio que su hija se separaba de su proyecto decidió destruirla: «El escultor, tras descubrir la más mínima imperfección en su obra, la destruye».
Aurora fue condenada a 26 años de cárcel por asesinato, que cumplió en su mayor parte en el centro psiquiátrico de Ciempozuelos, donde terminaría falleciendo en 1955.
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