El trágico caso de Rufina Cambaceres, la joven que fue sepultada viva.
Era una de las adolescentes más hermosas de su tiempo. Se enamoró de Hipólito Yrigoyen. Pero se enteró de un secreto terrible sobre él y no lo pudo resistir. Lo que siguió fue un espanto. LUCIANO LAMBERTI He aquí todos los elementos para una buena historia gótica que hubiera hecho las delicias de las hermanas Brontë. La protagonizan tres historias de amor y desengaño, una mala praxis médica y el viejo cuidador de un cementerio. Pero vamos por orden. Primero, la familia. Los Cambaceres eran de una aristocracia venida a menos en la sociedad argentina del siglo XIX. Cultos, inteligentes, adinerados y con una pésima fama. En 1876, Eugenio Cambaceres había tenido un romance con una tal Emma Wizjiak, soprano del Teatro Colón, casada. Fueron descubiertos por el marido de la cantante lírica en uno de los palcos del teatro. Éste desafió a Eugenio a un duelo, pero después terminó yéndose del país (y dejando la mujer acá). Hasta ese momento, Cambaceres tenía lo que se conoce como un futu